La ética y el profesionalismo periodístico no pueden ser cosas opcionales, ni tampoco están de adorno, son elementos necesarios para la adecuada conformación de una sociedad democrática. No se debe confundir la libertad de prensa con la absoluta carencia de ética y profesionalismo, pues tanto lo uno como lo otro son elementos profundamente necesarios para un periodismo responsable y serio… el tipo de periodismo que necesita y debe reclamar la población civil, no un periodismo degradado, miope y vació que ejerce monopolio y que termina siendo un mero cuerpo de opiniones que pasan con apariencia de prensa…
Los medios masivos de comunicación se imponen dentro de la opinión pública, y logran imponer las verdades, las realidades y el tipo de mentalidad que ellos escojen y seleccionan… muestran realidades distorsionadas y verdades a medias, descontextualizan, tergiversan, son tendenciosos, son parciales, alienan y enajenan… sin embargo todo esto no es nuevo, viene de hace mucho tiempo atrás y han tenido toda la libertad para actuar de esta irresponsable manera; y han llegado a los absurdos limites que han llegado al día de hoy, en parte, porque la población ha permanecido en un completo silencio ignorando el enorme poder que desde allí se ejerce… pero es hora de preguntarnos ¿debemos seguir guardando ese histórico silencio y permitir que todo continué pasando tranquilamente? ¿No hay acaso nada que podamos hacer porque ellos se escudan en la libertad de expresión, la libertad de prensa y el típico: “si no le gusta cambie de canal”? ¿no hay nada que podamos reclamar o exigir? ¿Debemos creer que ellos tienen todo el derecho y la libertad de actuar del modo en que actúan sin que nadie les diga nada? ¿Debemos aceptar irremediablemente que RCN tenga esa gran tribuna nacional cuando sale Vicky Davila hablando, sin que nadie le pueda replicar ni objetar nada?
Se podría decir que uno de los capitales más importantes con los que cuenta un medio masivo de comunicación es principalmente, la credibilidad. Asegurando la credibilidad logran hacer que sus mensajes y las informaciones que muestran tengan aceptación en la opinión pública; todo el poder mediático que poseen se basa, en principio, en este aspecto… sin una amplia y generalizada credibilidad el poder del medio masivo es mínimo y superfluo…
Las empresas mediáticas desarrollan múltiples estrategias para obtener y mantener credibilidad dentro de su público, en este caso, la mayor parte de la población que sea posible. Este es un trabajo lento pero constante, de esta manera los medios masivos se convierten el principal recurso y en la principal herramienta para crear una masa con una mentalidad formada en sentido que respondan a los intereses de quienes buscan imponer un modelo social homogéneo.
Si dentro de la población existiera algún grado de escepticismo no seria tan fácil obtener la amplia y profunda aceptación que tiene RCN y demás medios en Colombia, pero en esta sociedad, esos mismos medios promueven que predomine la pasión sobre la razón (Colombia es pasión) haciendo de la realidad un drama tele-novelesco o de la política, un partido de fútbol. Vemos que la población en general, ni siquiera llega al punto de preguntarse ¿Qué tan cierto o incierto es lo que me muestran? En este contexto, la credibilidad es fácil de lograr, basta con desarrollar ciertas estrategias publicitarias, manejar imágenes llamativas y atractivas y trabajar un discurso y un mensaje sencillo pero convincente; de este modo se crea un ambiente propicio para establecer cualquier tipo de verdad. Cabe preguntarse entonces si todo esto se desarrolla de un modo espontáneo y accidental o es algo premeditado y deliberado; no obstante consideramos una ingenuidad pensar que los medios masivos como RCN son inconcientes de su poder y de su alcance en Colombia.
Creemos entonces, que el mejor objetivo que tendría la protesta seria dirigirse fundamentalmente a realizar un fuerte y directo cuestionamiento a la veracidad de RCN… en este sentido estaríamos afectando uno de sus principales y mas preciados bienes: la credibilidad; de esta forma, podríamos sentar un precedente que podría ser utilizado para mantener un constante trabajo que nos permita lograr, por lo menos, que los consumidores pasivos se empezaran por fin a preguntar sobre esta veracidad y al mismo tiempo que mantenemos las exigencias pensando en que, por medio de esta presión, estas empresas mediáticas pueden realmente empezar a cambiar sus políticas y entiendan de una buena vez que dejan de tener la absoluta y total libertad para actuar irresponsablemente respecto a la información que pretenden monopolizar.
Proponemos entonces una protesta pacifica, incluyente y además sin tintes políticos, dirigida principalmente a cuestionar la veracidad de RCN y consecuentemente, de los demás medios masivos de comunicación, exigiendo a corto plazo, la renuncia de las presentadoras Dávila y Gurisatti y a largo plazo, el urgente cambio de políticas de los medios masivos en donde se responda a los principios de profesionalismo, veracidad, imparcialidad y verdadero y serio periodismo. Proponiendo como lema de la protesta. “NO LE CREEMOS A RCN” y pensando en que la protesta no debe ser el fin, sino por el contrario, el punto de partida de una constante actividad que por lo menos, transforme el panorama de la aparente complicidad pasiva de la población civil, y podamos de una buena vez por todas asumir un compromiso frente a la aparente libertad con que estos medios actúan en total detrimento a una sociedad democrática y libre.
Pero, porque solamente hacia RCN y no hacia el resto de medios masivos? Debemos reconocer que en primera instancia, a pesar de que los otros medios masivos de comunicación tales como Caracol, El Tiempo “
